domingo, 19 de enero de 2014

4ta Exposición BVAC! Agosto 2013

                                                                          

Artista: Leopoldo Plaz . (Caracas, 1985) vive y trabaja en isla Margarita

Curador: Luis Mata.

Texto: Frederick Pimentel



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En el caso de Leopoldo Plaz, los porqués de su encuentro con sus materiales se comenzaron a evidenciar apenas se topó con ellos. Gasolina + anime ha sido una mezcla que aglutina formas infinitas tal como lo son las palabras y sus combinaciones. Sin buscar calificativos, pero sí buscando las letras que se esconden tras las formas sorpresivas del plástico que se ordenan para definirse, él trata en la manufactura de condicionar la frase que se avecina, y a veces la materialidad en sí decide qué camino tomar y componerse. Plaz no lucha sino que se deja llevar a ver hasta donde la poesía quiere conducirnos con sus movimientos… Se da el lento y silencioso diálogo entre el hacedor y la cosa. Como resultado obtenemos el triunfo donde todos somos galardonados con esta nueva formación poética que nos presenta.
Mirando estas formaciones el tiempo no pasa, pero si pasó… ¿seguirá? Leopoldo Plaz es –literalmente– el poeta que encontró una nueva forma de escribir con este juego entre lo material, el tiempo y la naturaleza, (que le extrae a esta especie de plástico que se expone como artificio y nos guía por caminos orgánicos y fluidos legibles) burbujas congeladas por el calor margariteño.
 Por el momento disfrutemos de esta invitación a mirar por microventanas donde se nos está dando la oportunidad de ver, intuir, imaginar y jugar con o sin referentes. El viaje igual vale la pena
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Ayer, arriba, verde, gota, horas, amarillo... Acá todo puede cambiar sin dejar de ser lo que es.  
Ya el material convertido en cosa pasa a unos diferentes planos. ¿Cómo es consumida la forma cuando la realidad se intenta alterar, aunque después todo parece estar de acuerdo con la norma?
Ver y relacionar parece un ejercicio inconciente e inevitable. Se observa algo y de una vez el cerebro ya tiene más de una referencia, pero después de ver la espuma de la playa o la torreja, el cráneo de algún animal… Es decir, satisfecha la mente por lo reconocido, se da el recomienzo y la forma empieza a relevar a lo que parece para entonces producir sensaciones. En primera instancia, se puede observar como que alguien estuvo jugando con la gravedad y en pleno juego se detuvo el tiempo para perpetuar la tensión de la gota y de un color que nunca cederá ante otra cosa que no sea la imaginación.

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Ya que hablamos de referentes, mencionemos ahora  por ejemplo la mancha espacial; el estallido del turquesa que en otra oportunidad chorreó; un horizontal amarillo que toma posición en la escena; la espuma marina que quedó capturada como una fotografía tángible, trasladándonos al mar con su color de agua que cambia al llegar a nuestros pies que se mojan en la orilla arenosa y lo disfrutamos porque el sol excéntrico nos ilumina este episodio derivado de la conjugación de las formas-manchas ofrecidas de manera espontánea y silenciosa. De pronto, estructuras casi óseas que nos remiten a una naturaleza dos veces plástica, hablan de una interioridad, la cual no está revelada del todo, pero se nos propinan las pistas necesarias para que la imaginación indague y cree formas, como crean formas los aires atrapados en estos volúmenes conformados de vacíos, y así seguir sin detenerse hasta poder visualizar como podría ser una burbuja cuando explota. La poesía es inevitable.

         
el artista Leopoldo Plaz en su primera exposición individual.

  




  




                         
                                     




                                Luis, Cesar, Leo y Jorge brindando por el arte contemporáneo en la isla


                                                   Corina Perez Plaza y su madre Elena Plaza


                                           Leopoldo Cardozo, Veronica Medina y Leopoldo Plaz

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